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El arte argentino impacta en Latinoamérica

Este año ArteBA logró ventas récord posicionando el arte argentino como uno de los más buscados. La muestra, realizada en Costa Salguero, contó con la presencia de más de 60 galerías y 400 artistas de 16 ciudades de nuestro país.

La nueva programación, la presencia de artistas consagrados así como una fuerte presencia de arte contemporáneo, sumado al buffet solidario, lograron mantener una fuerte convocatoria. 

–¿Cuál fue el diferencial de la muestra 2024 y cómo lograron mostrar obras de artistas nacionales? –

Lograr artistas de todo el país ha sido uno de nuestros objetivos y en los últimos años hemos podido consolidar de una manera muy orgánica galerías y artistas que trabajan y están en distintas ciudades, porque creemos que es clave reflejar lo que sucede a nivel nacional y no solamente lo que sucede en la ciudad de Buenos Aires. 

–¿A qué atribuye el nivel de atracción y convocatoria que genera el arte? –

En gran parte por el deseo que tiene el arte de transportarnos. Yo creo que el arte permite la necesidad de transformación que tenemos los seres humanos.

 –Con respecto al arte inmersivo, aquel tipo de obras donde lo hacen participar. ¿Cuál es esa diferencia principal que ve más allá de la interpretación del artista y de la participación de los visitantes? –

Ese arte inmersivo muchas veces genera mayor involucramiento y mayor participación. En lugares como estos, que no es un museo sino que es una feria de arte, realmente va despertando el gusto y la participación por el arte.

 –¿Qué pasa con las generaciones más jóvenes y de qué manera se involucran tanto visitantes como los artistas? –

Artistas jóvenes hay muchísimos y muy buenos y desarrollamos hasta una sección para ellos que se llamó Utopía. Tuvimos mucho público joven, un poco por esta sección que es más convocante, y diseñamos distintas actividades y una oferta gastronómica orientada específicamente a ese público. 

–¿Cómo surge el proyecto Gourmet de Villa Fiorito? –

Estuvimos trabajando distintos ejes y uno de ellos es el eje de la inclusión. Tenemos mucho relacionamiento con curadoras y artistas que están hace más de 20 años en Villa Fiorito trabajando con talleres de cerámica, poesía y demás. Hace unos ocho años empezaron a desarrollar este comedor y quisimos que trajeran esa experiencia a ArteBA. Cada plato de comida que se vende es un plato que se dona a este comedor.

–¿Cómo ve que el arte refleja lo que pasa en la sociedad?¿Cree que el arte reflejó algo de lo que pasó durante la pandemia o es tan reciente que aún se abstiene de volcar una experiencia tan dolorosa para nuestro país y para la humanidad? –

Creo que es al revés que incluso el arte anticipó eso que sucedió. Antes del 2020, entre el 2018 y 2020, hubo mucha obra que habló y representó el encierro, la desolación, la pandemia, las enfermedades, el estar solo. Así que creo que no solamente hubo obra en la cual la pandemia tuvo un impacto, sino que incluso la pudo prever y trabajar. 

–¿Cómo nace el Club ArteBA que ya tiene más de 100 miembros? –

La verdad que lo que queremos es generar vínculos con un anillo de personas a las que les interesa el arte, que quiere empezar a coleccionar, que quiere relacionarse con el arte de una manera diferente a algunas propuestas que ya existen. Para eso estamos haciendo actividades durante todo el año. Tenemos dos actividades por mes, algunas de educación o de conversación sobre cómo comprar una obra de arte, por qué una obra de arte tiene este precio, por qué si esa obra de arte tiene este precio vale más o vale menos.

 –¿Cree que el arte argentino tiene alguna identidad particular o algún tema en especial que hace que se lo identifique? –

La característica principal es que tenemos un arte de excelente nivel, que puede dialogar con todo lo queestá sucediendo en el mundo. Obras con un alto nivel plástico, de realización, de conversación interesante y demás. Está totalmente al nivel de lo que está sucediendo en el mundo y sí tiene una característica que es que en Europa costaría todo con un cero más. 

–¿Cómo proyecta el arte del futuro, el arte del mañana? ¿Cree que se verá atravesado por la tecnología? –

Se está viendo cada vez más el uso de la tecnología. Las herramientas tecnológicas se han desarrollado a gran velocidad y el arte está mirando lo que sucede, incorporándose cada vez más con mucha conciencia. 

–¿Cómo son los programas de adquisición de obra? –

La Fundación ArteBA tiene un programa de adquisición de obras por parte de museos internacionales, como el Guggenheim de Nueva York, el Reina Sofía, el Museo de Lima. Les da un fondo de inicio y los museos se comprometen a, por lo menos, hacer el match de ese monto. Es un programa que dinamiza mucho la compra de arte en la feria. Es tan virtuoso que es gracias a él que el arte argentino es uno de los que tiene mayor representatividad en los acervos de arte latinoamericano de estos museos. Por otro lado, tenemos el mismo programa para museos públicos de la Argentina, tanto el de la Ciudad de Buenos Aires, como el Museo de Salta, y de varias ciudades, porque queremos que nuestros artistas están en los museos y se acrecientan los acervos de nuestros museos provinciales. 

–¿Cómo se conectó con el mundo del arte viniendo de una familia dedicada a la logística? –

Tuve un profesor que era el director del Museo de Arte Decorativo y nos daba la materia Introducción a la Apreciación Artística. Su propuesta era que los futuros empresarios y políticos pudiesen apreciar el arte, tuviesen una formación cultural, no solamente de artes plásticas, sino de teatro, de música y demás. Y a partir de ese momento supe que esto me iba a acompañar para toda mi vida. 

–¿Cómo convive el rol de directora de un grupo tan importante con una vocación y una pasión tan fuerte en el arte? –

Con organización, constancia, optimizando los tiempos de reuniones. Se requiere mucha disciplina. Tengo una familia grande que también requiere su lugar en la agenda. Pero se puede con mucho orden, mucho compromiso y mucha disciplina. En ArteBA, específicamente, tenemos un equipo de trabajo muy profesional. Trabajamos por comisiones, tenemos un consejo directivo muy comprometido. Somos un equipo de trabajo muy grande con profesionales y los mejores equipos posibles. 

“Entre el 2018 y 2020, hubo mucha obra que representó el encierro, la desolación, la pandemia, las enfermedades, el estar solo.”

–¿Qué es para usted esta responsabilidad que le han dado de liderar, de ser presidenta de ArteBA? –

Para mí ser presidenta de ArteBA es unir dos grandes pasiones: las herramientas y el aprendizaje que tengo por mi formación y por estar trabajando en una empresa, y la pasión que tengo por el arte. La verdad que para mí, como decíamos antes, es una fundación, es una ONG y este trabajo que hacemos desde el Consejo de Administración es totalmente ad honorem, y para mí es la mayor felicidad poder estar al servicio de ArteBA.

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